sábado, septiembre 15, 2007

¿Dónde está mi Polo?

Cuando Roald Amundsen llegó al Polo Sur geográfico en 1911 y plantó la bandera de Noruega todavía no sabía que al cabo de pocos meses el eje de rotación terrestre se habría desplazado y su bandera ya no estaría donde él creía que marcaba el polo (dicho sea de paso, dudo que plantase la bandera en el punto exacto). En realidad, es seguro que cuando Scott llegó al Polo Sur 35 días después, el eje ya se había desplazado.
Ahora ya se sabe que el eje de rotación terrestre no es estable, varía cada poco tiempo y no siempre de forma periódica. Las corrientes de los océanos (el llamado Bamboleo de Chandler) o los grandes terremotos son las causas más comunes de su variación. Aunque parezca que su desplazamiento no es muy grande, nunca sobrepasa los 15 metros de donde tendría que estar realmente, hace que se tengan que recalibrar muchos sistemas de posicionamiento por satélite o de medición del tiempo. El International Earth Rotation and Reference Systems Service es el organismo que se encarga de calcular y marcar la posición exacta del eje de rotación.
Como nota curiosa, el Bamboleo de Chandler, la variación del eje debido a las corrientes oceánicas, se detuvo inesperadamente a principios de 2006. Sin motivo aparente, el eje de rotación se quedó más estable que nunca mientras algunos científicos auguraban consecuencias catastróficas para el clima y la mayoría se rascaba la cabeza intentando comprender qué había sucedido. El 11 de Febrero de 2006 el bamboleo se reanudó sin que hasta ahora nadie sepa qué ha sucedido.

domingo, septiembre 09, 2007

Contacto

En julio de 1967 la humanidad entró en contacto con una civilización extraterrestre. Jocelyn Bell y Antony Hewish descubrieron mediante un radiotelescopio una señal que sólo podía ser producto de una raza inteligente. La señal en cuestión era algo parecido a un faro en el espació, un pulso de radiación electromagnética que se repetía cada 1,33730113 segundos exactamente. La periodicidad de la señal era tan asombrosa que la llamaron provisionalmente LGM (Little Green Men o Pequeños Hombres Verdes). Pronto descubrieron algunas señales más en frecuencias electromagnéticas distintas y que se repetían en períodos diferentes. ¿Sería acaso un conjunto de faros similares a los que repartimos por las costas e islas en La Tierra? No, la respuesta, que ellos mismos propusieron, era una estrella de neutrones de rápida rotación.
Una estrella poco masiva como nuestro Sol se ensancha para posteriormente ir "liberando" materia poco a poco y terminar como una enana blanca. Una estrella diez veces más grande puede terminar con una gran explosión (una supernova) Lo que queda después de la explosión es una estrella de neutrones. Estas giran frenéticamente en periodos muy cortos y emiten pulsos electromagnéticos como el descubierto en 1967.
Actualmente se han identificado más de medio millar de pulsars y nos sirven, por ejemplo, para localizar posiciones en el espacio. En 1977 la Voyager 2 partió con un disco de oro que, entre otros mensajes, tenía un grabado (abajo a la izquierda) que localizaba La Tierra en relación los pulsars más cercanos a nuestro sistema solar.
En 1974 Antony Hewish recibió el Premio Nobel por el descubrimiento y posterior explicación del suceso. Jocelyn Bell, una mujer estudiante de doctorado, no recibió ningún mérito. ¿A que no adivináis quién de entre los dos descubrió la primera señal?

domingo, septiembre 02, 2007

El nivel del mar en Alicante

El Aneto es la montaña más alta de los Pirineos, 3404 metros sobre el nivel del mar, pero sobre qué mar ¿el Cantábrico? ¿el Mediterráneo? ¿el océano Atlántico?
Resulta que el nivel del mar no es el mismo en ningún sitio, la costa y las mareas hacen que varíe constantemente. Una medida a las cinco de la mañana no es la misma que otra a las nueve de la noche a cien kilómetros de distancia.
Como es necesario tener un criterio unificado para saber dónde está el nivel cero se decidió que en España lo marcaría el nivel medio del mar en Alicante. Ese es el motivo por que muchos edificios públicos (estaciones de tren, aduanas, universidades...) tienen ese cartel metálico que informa del nivel del mar sobre Alicante. Por cierto que el nivel no lo marca el cartel sino un clavo metálico que se puede encontrar por algún lado del edificio.

sábado, septiembre 01, 2007

Cataclismo

¿Cual es el cataclismo más grande que ha existido nunca?
A primeras se puede responder un terremoto o un huracán. Pero esos son cataclismos regionales, afectan una pequeña región de un país y a mil kilómetros de distancia nadie se entera.
A otra escala podemos pensar en el impacto de un meteorito suficientemente grande que termine con la mayor parte de la vida en la Tierra. Pero eso son cataclismos planetarios, si estamos en la Luna ni nos enteraríamos.
Si pensamos a una escala mayor, dentro de unos cuantos (muchos) millones de años el Sol agotará su combustible y se convertirá en una gigante roja, vaporizando de paso a todos los planetas interiores hasta Marte. Después expulsará parte de su masa y quedará un fósil de una estrella. Pero eso es un cataclismo estelar, en el sistema solar de al lado simplemente lo mirarían con curiosidad.
El cataclismo más grande que se conoce es dos galaxias en colisión. Las galaxias no están solas, se agrupan en lo que se llaman grupos locales. Un día, dos galaxias se acercan demasiado y empiezan a colisionar. Un billón de estrellas empiezan a interaccionar. Las nubes de polvo se comprimen hasta alcanzar presiones insostenibles y empiezan a arder nuevas estrellas. Los agujeros negros devoran materia como no lo habían hecho nunca y cuando la colisión termina, es seguro que no ha quedado nada vivo en un radio de cien mil años luz.
La Vía Láctea cuenta con dos galaxias satélites, la Nube mayor de Magallanes y la Nube menor de Magallanes, que terminarán colisionando con la nuestra. De hecho, la Nube Menor ya se está deshaciendo por la fuerza de atracción de la Vía Láctea. Si después de estas colisiones todavía queda alguien para verlo, se estima que la Vía Láctea colisionará con la Gran galaxia de Andrómeda, un gigante dos veces mayor que nuestra galaxia que se cree ya ha absorbido alguna galaxia menor. Y después de eso, es seguro que ya no habrá nadie para contarlo.